La PlayStation5 de Sony es la consola de nueva generación elegida por centenares de millones de jugadores, encomiada por sus especificaciones de hardware, su catálogo de juegos exclusivos y su activa comunidad de jugadores. No obstante, existen muchas y fundamentadas razones para ampliar el almacenamiento de serie con discos SSD, tanto internos como externos. En el pasado, las unidades de estado sólido, como la básica de almacenamiento de 825 GB de la PS5, ofrecían numerosas ventajas con respecto a otras opciones de almacenamiento para consolas.
Ventajas de los discos SSD
Algunos discos SSD pueden emplearse para incrementar sustancialmente el almacenamiento interno de una consola PS5. Los discos SSD M.2 de suficiente velocidad y de una capacidad de hasta 8 TB son compatibles como unidades internas. Sony recomienda complementar estas unidades con disipadores térmicos para impedir la desaceleración de la velocidad en situaciones de uso intensivo. Los discos SSD PCIe 4.0 NVMe M.2 Kingston FURY Renegade, con una velocidad nominal de aproximadamente 6.600 MB/s, mayor que la del disco SSD predeterminado de la PS5, es una de tales unidades, e incorpora un disipador térmico para protegerla contra caídas del rendimiento.
Incluso los discos SSD que no cumplen todos estos criterios resultan útiles para almacenar los datos de una PlayStation5. Los juegos de PS5 que se emplean con poca frecuencia pueden almacenarse en un disco SSD externo hasta que se necesiten, para transferirlos a una unidad interna en ese momento. Los juegos de PS4 y de otros soportes pueden guardarse sin problemas en un disco SSD externo.