Hacer el cambio de una consola a una PC puede ser siempre difícil, sobre todo si es lo único que has conocido. Un jugador ocasional se decide por una consola, ya que son asequibles, fiables y ofrecen los juegos de éxito con los que todo el mundo está familiarizado. Pero si quieres algo más que una experiencia de juego casual, puedes dar el siguiente paso y considerar comprarte una PC para juegos. No es un mundo completamente distinto, aunque hay algunos consejos que quizá quieras conocer antes de dar el paso.
¿Ensamblar o comprar?
A la hora de decidirte por una PC para juegos, deberías plantearte la siguiente pregunta: ¿es mejor ensamblarla o comprarla? Comprar una PC es, obviamente, la opción más sencilla, ya que llega lista para encender nada más sacarla de la caja. El sistema tendrá garantía y habrá mucho menos de lo que preocuparse con el tiempo. Si tienes un estilo de vida ajetreado o sabes poco sobre cómo ensamblar los componentes de una PC para montar un equipo de juego, comprarla puede ser la opción más adecuada para ti.
Si eres más bien un aficionado y te interesa ensamblar una PC, esta es posiblemente la mejor opción. Mientras que con una consola -hasta la expansión de la ranura SSD interna de PS5 - esto era casi imposible de hacer, con una PC puedes elegir la combinación de componentes que se ajuste al rendimiento que necesitas, como la placa madre, la CPU, la GPU, la PSU, la memoria para gaming y el almacenamiento. Y también puedes personalizarla para convertirla en una obra maestra única y llena de color con la iluminación RGB.
En resumen, si tienes conocimientos técnicos o eres hábil con el destornillador, lo mejor es que ensambles tu propia PC. Sin embargo, si quieres disfrutar de la experiencia inmediata que te ofrece una consola, es mejor que compres una máquina ya ensamblada.