Dos personas de pie en un centro de datos futurista mirando la pantalla de un portátil juntas

Elija la mejor SSD para su centro de datos

A medida que los centros de datos dependen cada vez más de las unidades de estado sólido (SSD), hacerse con las SSD adecuadas puede tener un impacto significativo en el rendimiento de sus servidores, así como en su coste y su vida útil. Con un mercado tan rico en opciones, los compradores deben hacerse distintas preguntas para asegurarse de que están equipando sus servidores con unidades SSD que se ajustan a las necesidades de su empresa. Aunque existen distintos detalles que pueden influir en los enfoques que toman los compradores a la hora de reemplazar los discos duros por SSD o ampliar el almacenamiento del que disponen, responder a estas preguntas básicas puede ayudarles a evitar que inviertan en el tipo de SSD equivocado:

Capacidad: ¿cuánta necesito ahora y cuánta necesitaré más adelante?

La mayor parte de las búsquedas de SSD parten de la capacidad. Es evidente que una mayor capacidad es una característica positiva, pero, como ocurre con la mayoría de las funcionalidades, puede que el gasto adicional no se traduzca en un mejor rendimiento en todas las situaciones. Las personas responsables de la compra deben buscar una determinada capacidad en función del tipo de datos, la duración del almacenamiento y la cantidad de entradas de datos previstas para el sistema. Dependiendo del presupuesto adjudicado y las proyecciones de uso a corto plazo, los compradores deberían decantarse por una capacidad mayor a su capacidad objetivo, como una garantía de seguridad ante el futuro.

No equivocarse en este aspecto es vital, ya que seleccionar una SSD con una capacidad excesiva puede ser muy costoso y generar pocos beneficios inmediatos, pero las unidades SSD con capacidad insuficiente pueden provocar pérdidas de rendimiento y de datos, así como tiempos de inactividad. Estos sucesos frustran a los usuarios, interrumpen las operaciones comerciales y pueden ocasionar vulneraciones de datos, pérdidas de información vital y un aumento de los costes. Buscar el equilibrio entre la libertad que confiere disponer de capacidad adicional frente al coste que supone el aumento del almacenamiento es un paso fundamental a la hora de elegir una unidad SSD.

¿Qué nivel de rendimiento necesita realmente?

Una persona inserta una SSD DC600M de Kingston en un banco de servidores.

La popularidad cada vez mayor de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial (IA) o el Internet de las cosas (IdC) hace que la demanda de almacenamiento de datos esté en auge. En concreto, el almacenamiento de alto rendimiento y baja latencia que se necesita para permitir estas cargas de trabajo tan complejas y de tan alta capacidad y mantenerlas obliga a disponer de SSD preparadas para estas tareas.

Al elegir una unidad SSD, asegurarse de que las velocidades de lectura y escritura son adecuadas para la frecuencia y la intensidad de las búsquedas de datos es vital. Además de las características de velocidad en sí, la latencia es otro factor clave. Una latencia baja es especialmente importante en situaciones en las que se esperan picos de actividad; es decir, en periodos clave como las rebajas navideñas o al lidiar con una avalancha de transacciones en línea.

¿Qué unidades son compatibles con sus sistemas?

Las unidades SSD con gran capacidad y de gran rendimiento no se distinguirán de otras unidades si no encajan con el resto de los sistemas de los que dispone. La compatibilidad es otro factor importante, sobre todo al decidir entre un centro de datos común y los formatos de nivel empresarial de las SSD M.2 NVMe y de 2,5 pulgadas. Para equipos compactos o estaciones de trabajo con espacio limitado, las unidades SSD M.2 NVMe suelen ser la opción ideal para conseguir un almacenamiento de alta velocidad. Para servidores básicos o implementaciones que requieran una gran compatibilidad, las unidades SATA de 2,5 pulgadas constituyen una buena opción de almacenamiento para un uso general.

Muchas placas base de servidores modernas incluyen conectores SATA para SSD de 2,5 pulgadas. Algunas también incluyen ranuras M.2 NVMe. Sin embargo, verificar la compatibilidad de una placa base concreta de un servidor con estos formatos es fundamental. Algunas placas base precisan de adaptadores o tarjetas de expansión para algunos formatos compactos, lo que añade un coste adicional.

¿Cuánto durarán sus unidades?

El cuarto factor que debe tener en cuenta es la resistencia. Los centros de datos sufren una latencia mayor, además de gastos generales y de mantenimiento, ya que las unidades SSD a menudo deben ser sustituidas antes de lo previsto. Si su centro de datos funciona de forma continua y necesita un uso intensivo, elija una SSD que esté diseñada para tolerar todo lo que implica un uso constante. Así, deberá seleccionar una SSD con buenas calificaciones en términos de resistencia y con componentes de calidad para soportar un uso continuado durante años. No todas las unidades son iguales: las unidades diseñadas para superar requisitos exigentes y que se han sometido a pruebas exhaustivas durarán más que el resto. Los fabricantes de SSD mejoran continuamente la vida útil de las unidades. Para ello, usan técnicas como la nivelación de desgaste, que distribuye de manera uniforme los ciclos de escritura y borrado entre las celdas de memoria, lo que evita un desgaste desigual. También hacen uso de la sobredotación, por la que reservan una parte de la capacidad de la SSD para la gestión de la nivelación del desgaste y el reemplazo de bloques libres. Juntas, este tipo de soluciones alargan la vida útil de la SSD y ayudan a conseguir un rendimiento uniforme.

¿Qué nivel de seguridad necesita?

Los ciberataques no cesan. Las empresas y sus centros de datos seguirán dándole una gran importancia a la protección de los datos y, dependiendo del tipo de datos que almacene, su seguridad deberá ocupar un lugar central en su lista de prioridades, como forma de protegerse ante robos de datos y accesos no autorizados. A la hora de elegir una SSD, asegúrese de que cumpla con sus requisitos de seguridad actuales y con otros posibles requisitos futuros, y de que esta cuente con las funciones de cifrado que necesita. Los centros de datos de las instituciones financieras o médicas que albergan datos altamente confidenciales están sujetos a normativas muy estrictas, como el PCI DSS (estándar de seguridad de datos de la industria de tarjetas de pago). En este tipo de situaciones, las SSD cifradas ayudan a proteger la información confidencial y las transacciones financieras de los clientes; sin embargo, en los centros de datos con un uso más general, los firewalls habituales protegerán las unidades menos costosas y sin cifrar.

¿Quién ofrece la mejor asistencia?

Someone offering a Kingston DC600M SSD to a colleague in a server room.

El último factor que debe tener en cuenta es la asistencia que ofrece la marca. Al elegir una SSD de una marca de renombre, se asegurará de recibir una asistencia fiable y opciones de garantías. Esto le supondrá una mayor tranquilidad y le garantizará el acceso a recursos de solución de problemas y asistencia en el futuro. Si bien las garantías de un año son muy habituales, los proveedores que ofrecen garantías a largo plazo o de por vida pueden llevar a un ahorro importante en los costes, así como a la reducción del número de problemas en el futuro. Si una unidad falla, disfrutar de una garantía de por vida podría derivar en el reemplazo de la unidad complementaria, en lugar de tener que comprar hardware nuevo. Un servicio de atención al cliente con conocimientos técnicos y accesible también puede marcar la diferencia entre unidades aparentemente similares, ya que los compradores podrían ponerle solución a cualquier problema que sufrieran de forma rápida gracias al asesoramiento disponible.

Al haber tantas opciones disponibles en el mercado, identificar qué unidad se ajusta mejor a sus necesidades puede ser una tarea ardua. Sin embargo, esta decisión es fundamental para garantizar que su centro de datos funcione de forma óptima y suponga un almacenamiento fiable para sus datos. Para estudiar las distintas opciones y disponer de la SSD adecuada para la situación, recuerde que existen seis criterios que los compradores deben tener en cuenta: capacidad, rendimiento, compatibilidad, resistencia, seguridad y asistencia de la marca.

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