Oferta muy popular de una fundación de beneficencia británica, los ordenadores Raspberry Pi han causado impacto en todo el mundo. La fundación se creó originalmente para que los jóvenes se interesasen en la informática y permitirles desarrollar sus capacidades en programación y ciencias de la computación. La Raspberry Pi Foundation viene ofreciendo económicos ordenadores de una sola placa, de alto rendimiento y con software gratuito, desde 2011. Hoy en día, muchos entusiastas están sustituyendo sus PC, configurando máquinas de juego retro e incluso controlando robots mediante ordenadores Raspberry Pi.
Sin embargo, independientemente de lo empoderadores o educativos que resulten estos ordenadores, no incluyen un componente fundamental que caracteriza a la mayoría de los demás equipos ordinarios. Carecen de almacenamiento interno.
Todas las unidades Raspberry Pi incorporan una ranura para tarjeta SD o microSD para permitir a los usuarios subsanar este problema. El original, el Raspberry Pi modelo A, y su sucesor, el Raspberry Pi modelo B, admiten tarjetas SD. A partir del modelo B+ (2014) se requiere una tarjeta microSD.
La capacidad mínima requerida es de 8 GB a 32 GB, que es la mayor predeterminada que admiten los Raspberry Pi, aunque es posible formatear mayores capacidades para trabajar con las unidades. Debe tenerse en cuenta que, para instalar el sistema operativo oficial Raspbian, se requiere como mínimo una tarjeta microSD de 8 GB, en tanto que con el Raspbian Lite necesitará un mínimo de 4 GB. Raspbian es el sistema operativo recomendado de la Raspberry Pi Foundation, aunque podrá ejecutar diversos sistemas operativos, como por ejemplo varias distribuciones de Linux.
A la hora de evaluar tarjetas SD o microSD óptimas, busque las de mayor resistencia, capaces de ejecutar numerosos tiempos de ciclo, por cuanto el sistema operativo funcionará a partir de los mismos. Además, las tarjetas que pueden alcanzar velocidades UHS-I de Categoría 10, hasta 95 MB/s, facilitan el almacenamiento y agilizan las transferencias de datos.
Dado que la mayoría de los ordenadores Raspberry Pi cuentan con varios puertos USB, las unidades USB son una excelente opción para estos equipos. Son lo bastante pequeñas como para llevarlas en el bolsillo, y permiten almacenar sobre la marcha archivos de fotos, música, vídeo y documentos.
Los puertos USB de la mayoría de los modelos de Raspberry Pi están limitados a USB 2.0, aunque es posible utilizar dispositivos USB 3.0 (pero estarán limitados a velocidades de USB 2.0). A partir de junio de 2019, Raspberry Pi 4 B incluye dos puertos USB 3.0 para agilizar las velocidades de transferencia y permitir un mejor rendimiento. Con la adición de USB 3.0, otra opción de almacenamiento es utilizar un disco duro externo. Asegúrese de que dicha unidad tenga su propia alimentación externa, ya que los Raspberry Pi no pueden suministrar suficiente potencia para la misma.
Además de su portabilidad, las unidades Flash USB ofrecen a los usuarios de los Raspberry Pi las mismas prestaciones generales que las tarjetas SD y microSD en materia de capacidad y de velocidades de lectura/escritura.
Con estas opciones nunca se le agotará el espacio para sus proyectos.
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