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A medida que nuestras vidas digitales se expanden, también lo hace la demanda de centros de datos: las centrales silenciosas que mantienen nuestras aplicaciones, servicios en la nube e interacciones en línea en perfecto funcionamiento. Detrás de cada clic, transmisión y cualquier entrada y salida en línea, los centros de datos trabajan incansablemente para administrar datos, mantener la conectividad y ofrecer un tiempo de actividad casi impecable.
Nos sentamos con Simon Besteman, director de la Dutch Cloud Community, para hablar de las consideraciones para la actualidad y de cómo se presenta el futuro. Estos son los aspectos más destacados de nuestra conversación:
El camino para satisfacer las demandas de los centros de datos dista mucho de ser sencillo. Con la evolución y el crecimiento de la infraestructura digital, los centros de datos deben integrar almacenamiento de alto rendimiento y soluciones de memoria avanzadas, con prácticas seguras y sostenibles, al tiempo que se enfrentan a retos energéticos sin precedentes. Con esto, el panorama está cambiando rápidamente, y como explica Besteman:
El mundo de los centros de datos está en medio de una revolución en este momento.
Esta revolución incluye muchos elementos, desde los requisitos de energía y refrigeración hasta la seguridad avanzada, el almacenamiento y la sostenibilidad, Besteman ofrece su perspectiva sobre los factores clave que impulsan este cambio y lo que significa para el futuro de la infraestructura del centro de datos.
Energía, refrigeración y sostenibilidad
Los centros de datos funcionan las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Este tipo de operación requiere una fuente de energía ininterrumpida y estable, pero no siempre donde se cree. Según Besteman, "los centros de datos tienden a tener refrigeración redundante, refrigeración de alto rendimiento, con el fin de gestionar la temperatura...y la humedad", lo que es necesario para evitar el sobrecalentamiento de los servidores.
Pero la demanda de energía ha crecido hasta niveles en los que incluso los centros de datos de tamaño medio consumen ahora tanta energía como las ciudades pequeñas. Esto crea barreras sustanciales para la expansión del centro de datos, especialmente en Europa, donde la disponibilidad de energía puede ser un factor limitante.
Los centros de datos también enfrentan presiones no solo para desempeñarse, sino para hacerlo de manera sostenible. Muchos centros de datos están integrando métricas como la Efectividad del uso de energía o Power Usage Effectiveness (PUE) para rastrear su consumo de energía en relación con su producción de TI, reduciendo el consumo general de energía siempre que sea posible.
Además, los centros de datos han adoptado nuevas métricas de Efectividad del uso del agua o Water Usage Effectiveness (wue) para minimizar el desperdicio de agua, algo fundamental ya que los sistemas de refrigeración tradicionales a menudo utilizan cantidades sustanciales de agua. Como explica Besteman, los centros de datos se están moviendo hacia sistemas de refrigeración líquida que son más eficientes que sus homólogos basados en el aire.
La refrigeración líquida permite a los centros de datos gestionar el creciente calor generado por los servidores de alto rendimiento. Si bien el enfriamiento por inmersión ofrece enormes beneficios de enfriamiento, también requiere una inversión sustancial. Sin embargo, podría haber un término medio. Besteman explica que:
La tecnología de enfriamiento en chip es relativamente fácil de implementar en su infraestructura existente.
Besteman añade que cada vez más centros de datos buscan adaptar la refrigeración líquida "en chip" en sus entornos actuales.
Soluciones avanzadas de almacenamiento: Adoptando SSDs
A medida que aumentan las demandas de datos, también lo hacen las necesidades de almacenamiento dentro de los centros de datos. Mientras que las unidades de disco duro o Hard Disk Drives (HDDs) tradicionales fueron una vez la norma, los SSDs SATA (Serial Advanced Technology Attachment) y NVMe (Non-Volatile Memory Express) están tomando su lugar debido a su velocidad y durabilidad superiores.
A diferencia de los HDDs, los SSD son altamente resistentes y ofrecen acceso a datos de baja latencia, una ventaja fundamental para las aplicaciones en tiempo real, como los entornos virtuales, la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático, así como para casos de uso cada vez más frecuentes, como Digital Twins. Como señala Besteman:
La tecnología de los discos duros ya no es adecuada para las demandas del futuro.
Esta transición es clave ya que los centros de datos no solo buscan tiempos de acceso más rápidos, sino también un uso más eficiente del espacio físico. Los SSD permiten un mayor rendimiento de almacenamiento por rack, lo que permite a los centros de datos almacenar y transferir más datos al tiempo que se reducen las huellas físicas.
Esta reducción del espacio necesario también puede ofrecer una disminución de la necesidad de refrigeración por unidad de datos, contribuyendo en última instancia a reducir los costes operativos y alineándose con los objetivos de mejora de la eficiencia.
