Con las noticias de la próxima generación de consolas inundando nuestro radar tecnológico últimamente, nos hemos visto inundados con números y especificaciones más que nunca. Los jugadores de PC experimentados han sido condicionados a esperar la implacable marcha de la tecnología que lanza constantemente nuevas líneas de cada componente a expensas de sus billeteras. Pero hoy en día, con la confusión entre nombrar, numerar y agregar especificaciones, es más difícil que nunca saber qué querer y qué comprar. Para ayudar a mantener las cosas claras mientras estudia sus próximas compras, hablaremos de uno de los conceptos básicos: memoria.
Como sugiere su nombre, la memoria es una medida de la cantidad de datos que una computadora puede recordar o almacenar. Pero al igual que el cerebro humano, esta se divide en dos funciones separadas: memoria a corto y largo plazo. La memoria a corto plazo básicamente se borra tan pronto como su computadora termina de usar lo que tenía almacenado allí o cuando apaga el sistema. La memoria a largo plazo es cualquier archivo destinado a conservarse después de que el sistema se apaga y se conoce como almacenamiento.
Cuando alguien habla de cuánta memoria tiene una PS5, Xbox Series X o PC, probablemente se refiere a la memoria a corto plazo. En términos técnicos, esto es la RAM o memoria de acceso aleatorio. Cuando piensa en RAM, lo que probablemente se le viene a la mente son barras como la DDR4. Puede visualizar esto como una especie de bloc de notas que se coloca en el escritorio de su CPU, que le permite tener cosas (imágenes, archivos, cálculos, programas, etc.) a mano porque trabajará inmediatamente con ellas. (Por ejemplo, utilizar mapas o modelos rápidamente cuando las aplicaciones los necesitan).