A medida que pasamos el segundo aniversario del GDPR (Regulación para la protección de datos), que entró en vigencia en mayo de 2018, vemos algunos beneficios y riesgos claros que el GDPR representa tanto para las empresas como para los usuarios finales. Con el 2019 donde se vieron 7,098 infracciones reportadas que exponen 15,1 mil millones de registros{{Footnote.A58670}}, nuestros expertos discuten cómo ha cambiado el mundo desde que se introdujo el GDPR.
El nuevo estándar
En los últimos dos años, las empresas intentaron frenéticamente cumplir la normativa. Con múltiples seminarios web y eventos en vivo organizados, se hace evidente que no todos tienen claro cuáles son las complejidades o los límites del GDPR, o lo que significa para su negocio, sin mencionar las consecuencias. Solo estamos al comienzo de la travesía del GDPR y "todavía estamos educamos a los usuarios con los procesos", como señaló el consultor comercial Neil Cattermull (@NeilCattermull). Muchas organizaciones han visto una progresión constante, con la ICO reportando un poco más de 64 mil compañías registradas con un Oficial de Protección de Datos. Pero como explica Nigel Tozer (@NigelTozer) "el GDPR nunca ‘se termina", requiere de capacitación y reevaluación constante". Las empresas ahora están valorando la privacidad de los datos, las prácticas toman tiempo en implementarse y, en última instancia, dos años después, el mundo aún se está poniendo al día con la regulación.
El GDPR no es una fatalidad abrumadora y una regulación interminable. Aparte de la evidente pérdida monetaria y el impacto en los negocios en caso de una gran filtración de datos, el GDPR ha solucionado un problema de confianza real para los usuarios finales. El GDPR establece un nuevo "estándar" de confianza que se reconoce instantáneamente en todo el mundo. El asesor de transformación digital, Giuliano Liguori (@ingliguori), describe a la tecnología como "Big data, AI, Robótica e IOT" como la creación de múltiples interacciones diferentes con los clientes y riesgos de privacidad inherentes a través de plataformas de terceros. Los usuarios finales ya no sentirán que serán prisioneros por usar sus datos para "registrarse" con pocos recursos si se manejan mal. El GDPR el factor común diferenciador en la elección del consumidor y el escudo protector que necesitan.